Ya hay muchos encuentros, jornadas y congresos en los que los asistentes se encierran en un salón a hablar y ver presentaciones. Y eso está bien. Pero nosotros queríamos ofrecer otra cosa: en lugar de fotos, realidad (no virtual); en lugar de salón, cielo abierto; en lugar de sillas y sillones, piedras y tierra. Ver, tocar, oler, pasar calor, reír, charlar, eso es lo que pretendemos en nuestras jornadas.
Ayer celebramos la decimoprimera edición. Y hubo tiempo para pasar miedo dentro del pozo de la nieve, rescatar un vencejo herido, intentar gobernar un torno de alfarero, una pequeña lección de arqueología práctica y hasta para un pequeño chapuzón.
Leemos en Plinio:
Ad quae noscenda iter ingredi, transmittere mare solemus, ea sub oculis posita neglegimus
Nosotros no descuidamos lo que tenemos ante nuestros ojos. Cada año lo revisamos, y procuramos encontrar sitios interesantes. Solo necesitamos a gente que los conozca bien y quiera mostrarlos, gente como José Ángel Calero y Juan Diego Carmona, que ayer nos descubrieron Salvatierra de los Barros.
Agradecemos el trabajo y el apoyo incondicional del CPR de Almendralejo para que estas ideas nuestras se puedan hacer realidad.
Os dejo aquí las fotos de ayer.
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