28 diciembre, 2016

Un mensaje en Rayuela


Ayer tarde, por un descuido en mi navegación, entré en Rayuela y vi que tenía un mensaje sin leer. Esta maldita curiosidad mía exige siempre cumplimiento inmediato, así que me dispuse a leer. Remitente: consejera de educación; destinatario: profesorado extremeño.

Estimados/as profesores/as:
Somos conscientes de que algunas de nuestras actuaciones pueden haber dado apariencia de caos, improvisación o ambas cosas a la vez: hemos sacado currículos a vuela pluma en fechas intempestivas, programas sin financiación para tapar desaguisados, instrucciones a toro pasado para apagar algún que otro fuego... En fin, que reconocemos no ser perfectos.
No somos perfectos, no, pero sí aspiramos a serlo. Por eso aprendemos de nuestros errores y vamos a poner en marcha en 2017 una batería de medidas que, si bien no nos llevará a la perfección, nos acercará mucho. Helas aquí:
  • Después de más de quince años llenando las aulas de aparataje tecnológico sin, a lo que parece, haber obtenido resultado alguno, hemos decidido crear la figura del asistente TIC. El asistente TIC formará parte del personal laboral del centro, y habrá uno por cada aula de ESO. Su trabajo consistirá fundamentalmente en obligar al profesor a encender y utilizar la PDI. En caso de que un profesor se muestre renuente a su uso, está autorizado a fustigarlo, delante de sus propios alumnos, con el latiguillo del ratón y, en caso de recalcitrar, meterle el router por el orificio que mejor se le avenga. En todo caso, el asistente TIC debe emitir informe de la actuación tecnófoba del susodicho profesor a eSchoCAU, que tomará las medidas punitivas correspondientes.
  • Mal que nos pese, hemos decidido sobrecargar el trabajo, ya de por sí hercúleo, de nuestro ilustre y magnífico servicio de inspección, de modo que serán los propios inspectores quienes formarán a los docentes en la evaluación por estándares de aprendizaje. Queremos con ello poner fin a ciertas habladurías que andan por ahí con la sospecha de que ni siquiera nuestros inspectores saben de qué va eso de los estándares. Los inspectores asimismo asistirán a las sesiones de evaluación, con la consigna de propinar pequeñas descargas eléctricas a cualquier profesor que no pronuncie la palabra "estándares" -o la pronuncie en vano- en sus intervenciones, o que, penitenziagite, se le ocurra decir "competencias básicas". Los inspectores irán pertrechados de rúbricas escritas en papel transparente para colocar sobre los cuadernillos de evaluación de los profesores: rúbrica que no coincida al milímetro, evaluación que habrá que repetir. 
  • Dado que el bilingüismo nos está proporcionando excelentes resultados -¿alguien lo duda?-, vamos a duplicar esos buenos resultados duplicando el bilingüismo: instauraremos el tetralingüismo. El tetralingüismo consiste básicamente en dejar de utilizar el castellano en las aulas como lengua vehicular, salvo en casos de fuerza mayor, e impartir las clases en cuatro lenguas: inglés, francés, portugués y estremeñu. Tal vez ustedes duden de que tengamos profesores tan avezados en estas lenguas como para impartir sus clases en ellas, y yo les respondo, ¿acaso teníamos profesores con nivel de inglés suficiente cuando empezó el bilingüismo? Haremos lo mismo que hicimos entonces: repartiremos acreditaciones B2 a todos los profesores cuyo NRP coincida en alguna cifra con el sorteo de la Lotería Nacional del 8 de septiembre, Día de Extremadura. 
  • Por último, y para que no piensen que las instituciones educativas son insensibles a las más novedosas prácticas de éxito, hemos seleccionado dos de ellas y les hemos dado una vuelta de tuerca para hacerlas aún más eficaces. La primera de ellas es la afamada flipped classroom, que aquí convertiremos en flipped classroom invertida: esto es, se verán en clase con el profesor los vídeos que el propio profesor grabe, y dejaremos para casa la discusión con la familia de los puntos poco claros. La última y novísima práctica de éxito educativo que vamos a asimilar es el célebre mannequin challenge, en definitiva una práctica inmovilista a la que en la administración educativa somos muy afectos y que llevamos practicando ya largos años, con los excelentes resultados que a la vista están; lo que proponemos es sencillo: las tres últimas horas de cada jornada lectiva se desarrollarán siguiendo esta práctica, ni profesores ni alumnos moverán un solo músculo de su cuerpo, so pena de verse obligados los primeros a realizar un curso de coaching o de enriquecimiento del libro de texto digital en el CPR más próximo, y los segundos a hacer fichas bilingües de todos los libros de lectura obligatoria hasta que acaben bachillerato.
Por cierto, con respecto a eScholarium, imagino que ya sabrán todos ustedes que nos quitamos de encima al ideólogo del proyecto, pero no se me vengan arriba, que hemos puesto a otro que ya está ganado para la causa.
Con estas medidas confiamos mejorar nuestros resultados en los informes PISA, y más teniendo en cuenta que la empresa Pearson, encargada de elaborar las pruebas PISA, la tenemos contratada para nuestros contenidos digitales. En fin, que creemos tener todo bien amarrado.
Sin más, deseándoles a todos un exitoso año docente, reciban un cordial saludo.

Parecióme por demás extenso el texto, sobre todo viniendo de una consejera a la que, como sólo retuitea, suponía ágrafa. Espero que todo sea para bien.

2 comentarios:

Carlos Del Sol Mesa dijo...

Más que genial. Esto sí que es un análisis de la «Realidad Educativa Extremeña».

Carlos Cabanillas dijo...

Gracias, compañero. Será por los años que llevamos en esto y la cantidad de mamarrachadas que hemos visto.