28 diciembre, 2018

Disgreso Extremeño de Inveteración Educativa

El cargo que ahora ostento y el sexenio -ya el último- que estoy presto a completar han hecho de mí una persona más seria, demasiado seria en todo caso para mantener la jocosidad de mis tradicionales entradas de 28 de diciembre. Me veo, pues, en aras del decoro, en el trance de renunciar a esta procaz costumbre y de ceñirme a los hechos, sin deformarlos groseramente buscando la burla fácil o la crítica mordaz. Esto, señores, no es una inocentada.

No quisiera parecer engreído, pero el caso es que mi buen proceder durante estos últimos meses ha llamado poderosamente la atención en las instancias superiores, hasta el punto de que la semana pasada recibí una llamada del Secretario General en la que, resumiendo, me pedía que me hiciera cargo de la organización de un macrocongreso de innovación educativa en el que se pasara revista a las más importantes y novedosas propuestas en la materia.
Ante la reticencia de mi respuesta, el Secretario zanjó imperativamente el asunto: "Ya sabes que aquí el que manda soy yo. Habrá congreso, tú lo vas a organizar y será el comienzo de la primavera educativa extremeña. Una más". Y en ello estoy.

Como mis contactos en lo que a innovación educativa se refiere son más bien escasos, pareciome buena idea buscar en twitter. Y allí los encontré fácilmente, porque me di cuenta de que si en un tuit había más azul que negro, era casi seguro obra de un docente innovador (bueno, también podía ser de @eraser, pero lo filtré sin dificultad añadiendo el criterio de "escrito en lengua española"). ¡Cuánta innovación en twitter! No podía parar. Tenía plan no para un congreso sino para una docena. Había que seleccionar.

Entre la turba de innovadores encontré mucho Flipped Classroom, mucho Visual Thinking, mucho ABP, mucho Escape Room... Pero me di una vuelta por las web de los CPR y vi que esa farfolla innovadora ya estaba por todos lados:

¡Qué pesados, joder! ¡Menudo coñazo! No podía seguir por ese camino. El sistema ya había asumido y metabolizado esa innovación. Era preciso algo realmente rompedor, una luz cegadora, un disparo de nieve en el eje del sistema educativo.
El cambio tenía que ser radical: no habrá congreso, habrá disgreso; no será de innovación, será de inveteración. Y éste será el programa del I Disgreso Extremeño de Inveteración Educativa:

Viernes, 25 de enero de 2019:

  • 10 h.: Despedida del disgreso y exposición de conclusiones: entrega a todos los participantes de los diplomas de asistencia con aprovechamiento, y brainstorming entre los asistentes sobre conclusiones de las sesiones a las que no asistirán.
  • 11 h.: Sesión plenaria (sin público, que ya se ha marchado con sus diplomas): "El modelo Flipped en la Atenas de Pericles", a cargo de Dª Emma Gistral, inspectriz de educación. Revisión del modelo socrático, que se negó a pasarles apuntes a sus alumnos para que ellos construyesen sus propios conocimientos.
  • 12 h.: Talleres (igualmente sin público), a cargo de asesores y otros liberados, acostumbrados a trabajar sin gente delante:
    • Clase magistral sin complejos.
    • Vademécum de jerga pedagógica para programaciones didácticas.
    • La expulsión de alumnos como recurso pedagógico para bajar la ratio.
    • El método Stevenson para tener dos profesores por aula.
  • 17 h.: Sesión plenaria (sin público, claro): "Yo maté a la coma del vocativo", a cargo de Dª Eva Luable, experta educativa liberada. Se trata de identificar el estándar de aprendizaje que ha causado la extinción de la coma del vocativo.
Ya sabéis: estáis todos invitados. Me voy rápidamente a contarle el programa al Secretario.

Ah, lo olvidaba. Me han dicho que muchos profes innovadores no leen nada que no lleve un genially embebido (o como se diga). Pues nada, ahí va:



1 comentario:

Isabel dijo...

Genial como siempre e innovador,a la par que repartes buenos "zascas"!
Un fuerte abrazo y feliz año.
Isabel