Ayer pusimos fin a la octava edición de las Jornadas Metodológicas para Lenguas Clásicas de Almendralejo.
Y no quiero dejar pasar un día sin agradecer imo ex corde a todos los que han participado, porque, cuando uno ya empieza a pensar que apenas le quedan fuerzas para plantear ciertos proyectos, siempre acontecen cosas como las que hemos vivido este fin de semana que nos renuevan el hálito y devuelven las energías de antaño para no cejar en nuestro empeño, que no es otro que impulsar la renovación didáctica de las lenguas clásicas.
Mi agradecimiento a todos los ponentes, que, como no podía ser de otra forma, han ofrecido unos trabajos espectaculares. Empezó el inmarcesible Ángel L. Gallego, Jerry -presentado magistralmente por nuestro eterno Mario-, que ofreció una magnífica ponencia acerca de la cultura maker en el aula de clásicas y que, como es habitual en él, nos puso a trabajar a todos.
Agradecimiento especial al Museo de las Ciencias del Vino de Almendralejo, que fuera de su horario nos hizo una amenísima visita guiada, incluida una deliciosa cata de vinos.